La maloca tradicional representa la unidad y comunión, un hogar de unión y sintonización que refleja los valores de una comunidad. A partir de ese concepto, se diseñó La Maloca dentro del plan integral de La Morada, en Valle de Bravo: un espacio que refleja la contínua búsqueda por encontrar una reconexión profunda entre el día a día, el espacio, el tiempo y el cosmos.

Una estructura octogonal hecha de polines y vigas de madera se entreteje con el paisaje a través de un gesto equilibrado entre la ligereza y la presencia. Una arquitectura de bajo impacto que juega en armonía con el resto de los elementos construidos y el bosque que la rodea. El elemento central, un pedestal de piedra - el fuego representa el corazón del proyecto, dejando una planta libre con la finalidad de darle distintos usos dependiendo de los ciclos estacionales y horas del día. 

La Maloca se complementa con el paisaje, tanto natural como diseñado, el cual es afín al clima y a la vegetación local, y aún cuando se considera un proyecto de escala pequeña, es uno de los elementos arquitectónicos más importantes  de los habitantes de La Morada.